lunes, agosto 02, 2010

Nada...

Dicen que uno tiene que preparase para los momentos más in-esperados -pueden ser ambos- de la vida. Así, nace alguien, alguien está de cumpleaños, alguien quiere verte, etc. Para ese tipo de momentos existen ciertos cánones que te dicen que hacer, como vestirte, que regalo llevar, que vas a decir...Sin embargo, busqué entre todos los manuales que he leído hasta ahora (y que no son pocos señores lectores) y debo decir que la literatura no te prepara para el momento probablemente más impactante de todos, cuando alguien se va...

Pensé en presentar una queja formal al Sr., Carreño, su manual de buenas prácticas está incompleto. Falta precisar acuciosamente que tipo de conductas deben realizarse cuando alguien deja de respirar. Y eso me pasó la cuenta. No supe que hacer, que decir, que vestir, que regalar, nada...

Sin embargo, ante el desánimo creo que he podido elaborar mi propia conclusión. Sr., Carreño, la parte que faltó en su manual quedó así porque no existe código alguno para esos casos. Son un caos, un desorden desnaturalizado, inmoral, criminal, delictivo, canalla y cuanto adjetivo quiera el señor lector agregar. No es su culpa, ya lo se. Por eso es que creo que mi comportamiento no fue tan ridículo, hice más o menos lo que todos hicieron, vestí parecido a como todos estaban vestidos, llevé alguna que otra cosa similar a lo que todos había llevado -aunque probablemente pequemos de poco originales- pero nada de eso, a pesar de que no desentoné en ningún momento, logró quitarme este nudo en la garganta que me ahoga todavía.

Así fue como partí lejos, con la garganta apretada apenas pudiendo respirar, pero no quise que nadie me revisara, no quise que nadie me hablara, que nadie me examinara, no quería nada...

A la vez lo quería todo, quería a todos cerca, los quería ahora ya, ahí, pero después no quería nada...

Entonces me di cuenta, me demoré un poco debo decir debido a mi estado de aturdimiento mental y físico, me di cuenta de que el tiempo es muy poco que, al final, todo es nada...

Todos lo quieren todo, como yo, pero al mismo tiempo no quieren nada...